2 dias.

Marion: Hola.
Jack: No te conozco.
M: ¿De qué hablas? ¿Estas borracho?
J: Estaba sentado en un burger, ¿vale? Haciendo manitas con un ángel antes de que prendiera fuego al local.
M: Un ángel.
J: No. No era gay. Era un ángel del cielo o un vegetariano esquizofrenico quizá. Odiaba la comida rápida. El caso es que me di cuenta de una cosa básica. Una cosa BÁSICA. No te conozco.
M: ¿No me conoces?
J: No.


Resumiré las cuatro horas de discusión que siguieron. No es fácil mantener una relación y mucho menos conocer verdaramente a la otra persona, y aceptarla tal como es con sus defectos y su pasado. Jack me confeso su temor a ser rechazado si lo conocía de verdad, si se mostraba totalmente desnudo. Jack había comprendido, después de estar dos años conmigo, que no me conocía en absoluto; ni yo a él. Y que para amarnos verdaderamente, teníamos que conocer la verdad el uno del otro, aunque a veces sea dificil de asumir. De modo que le dije la verdad, que nunca le había sido infiel. También le dije que habia visto a Mathieu aquella tarde. No se enfadó conmigo, porque no había pasado nada, claro. Le confesé a Jack que para mi lo más difícil es dedicir estar defnitivamente con alguien. La idea de que es el hombre que con el que voy a pasar el resto de mi vida, decidir que voy a hacer el esfuerzo de seguir, de solucionar las cosas y de no huir en cuanto surge un problema; me resulta muy difícil. Le dije que no podía estar con un hombre el resto de mi vida. Era mentira, pero lo dije de todas formas. Me preguntó que si era una ardilla que pensaba que los hombres eran frutos secos que se almacenan para el frió invierno. Me pareció muy divertido. Luego me dijo una cosa que me ofendió, el tono cambió drásticamente. Pero lo había entendido mal. Pensé que quería decir que ya no me quería y que quería cortar conmigo. Siempre me ha fascinado como las personas pueden pasar amarse locamente a no sentir absolutamente nada. Nada... Es muy doloroso. Cuando presiento que alguien me va a dejar, tiendo a romper la relación antes que tener que pasar por eso. Aqui esta, una más una menos. Otra historia de amor desperdiciada. A él lo quería de verdad. Cuando pienso que ha terminado, que nunca volveré a verlo... Bueno, nos encontraremos casualmente y conoceremos al nuevo novio o novia del otro y nos comportaremos como si nunca hubiesemos estado juntos. Luego, poco a poco, pensaremos menos en el otro hasta que lo olvidemos completamente. Casi... Siempre es igual. Cortar, deprimirme, beber, tontear, conocer un tío tras otro y follar para olvidar al verdadero amor de mi vida. Luego, después de unos meses de vacío total, volver a buscar el verdareo amor, buscar desesperadamente por todas partes. Y al cabo de dos años de soledad, conocer a un nuevo amor y jurar que será el definitivo hasta que también vuelva a perderlo.

Llega un momento en la vida, en el que no podemos recuperarnos de otra ruptura. Aunque esa persona nos fastidie el 60% del tiempo, no podemos vivir sin ella. Aunque se despierte todos los días estornudándonos en la cara. Bueno... Nos gustan más sus estornudos, que los besos de cualquier otra persona.

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